Los índices de alerta sobre las prácticas de la corrupción y los esfuerzos para combatir este delito, colocan a Panamá en puestos de alarmas a nivel regional y mundial,

según explicó el Dr. Carlos Barsallo, un especialista en el análisis de este flagelo, dentro de la conferencia que dictó bajo el tema “Prevención de la corrupción: Buenas prácticas en la región.

Este conversatorio presencial y virtual, fue organizado por el Departamento de Ética y Gestión Pública de la Procuraduría de la Administración, como parte de la conmemoración del 9 de diciembre, día internacional contra la corrupción, adoptado por la Organización de la Naciones Unidas mediante Resolución de Asamblea General del 31 de octubre de 2003.

Barsallo, ex presidente de la Junta Directiva del capítulo panameño de Transparencia Internacional, hizo un recuento histórico de la aparición de este delito a nivel mundial y sus primeras investigaciones que surgieron en Panamá desde mediados del siglo XVIII, contra autoridades y civiles presuntamente implicados en actos fraudulentos contra fondos estatales.

Resaltó las características de investigaciones sobre este delito plasmados en varios textos de renombrados autores internacionales, donde lo clasificaban como ” pequeña y gran corrupción” haciendo referencia a los pequeños sobornos que reciben los funcionarios por particulares para obtener servicios públicos y las cifras millonarias que se disfrazan para lograr concesiones o prebendas por intereses personales y económicos.

El ex magistrado especial del Tercer Tribunal de Justicia de Panamá, también expuso una serie de encuestas de distintos estamentos y organismos internacionales como nacionales, donde se coloca a Panamá como uno de los países a nivel mundial con los índices más bajos en la lucha contra la corrupción y la búsqueda de soluciones para enfrentar este crimen.

Manifestó el profesor de maestría en derecho comercial, que Panamá aparece en todas las denominadas ” listas negras o grises” y en las encuestas internacionales sobre percepción negativa, la no cooperación para erradicar los llamados “Paraísos Fiscales”, el combate contra la corrupción, la lucha contra el blanqueo de capitales y terrorismo, la evasión fiscal y el respeto al estado de derecho, entre otras.

Calificó a la corrupción como otra pandemia, al desarrollar los resultados de muestreos y estadísticas de organismos locales que indican que la corrupción representa para el país un problema mayor gravedad que la desigualdad, el desempleo y   falta de educación.

Al contestar preguntas del auditorio sobre las posibles consecuencias que puede ocasionar las repercusiones para el país estas malas prácticas, Barsallo manifestó que, aunque prefería no hacer predicciones a futuro sobre este mal aconsejó que “No podemos seguir estirando la cuerda, porque se puede reventar”.

A manera de recomendaciones para diezmar o neutralizar este flagelo en el país, el especialista indicó la necesidad de reforzar los organismos de supervisión, procesos de contrataciones abiertos y transparentes, defender la democracia, fortalecer el cumplimiento separado de legal, reforzar principios de ética e integridad, sanciones penales más efectivas, inhabilitación para contratar con el Estado, pedidas de beneficios fiscales y aplicaciones de sanciones sociales.

El procurador de la Administración, Rigoberto González Montenegro, resaltó y agradeció la participación de Barsallo en el desarrollo y explicación de este tema, indicando que se trata de un delito que con sus secuelas afecta a todas la sociedades y Panamá no escapa de ello.

” El problema no es la falta de normas de éticas, sino la eficacia de las instituciones para supervisar este delito y la certeza de la aplicación del castigo” sostuvo González Montenegro.

La grabación de esta disertación la puede accesar mediante nuestro canal de YouTube